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jueves, 17 de marzo de 2011

COMICS Y CROSSOVERS EN EL NUEVO MILENIO (VII Y ÚLTIMO)


…Cuenta Atrás era el preludio de dos de las Historias Más Grandes Jamás Contadas, y las dos vendrían, curiosamente, de manos del mismo autor: el genial Grant Morrison.
            La primera, Batman R.I.P comenzaría a gestarse ya durante 52, y sobre todo en la etapa de Morrison al frente de la colección Batman tras Crisis Infinita. Reuniría bajo su sello a todas las colecciones relacionadas con el Hombre Murciélago, aunque la historia principal tendría lugar en la propia colección de Batman. En Batman R.I.P, Batman tiene que hacer frente a una nueva amenaza para su integridad, un grupo llamado El Guante Negro, dirigido por un villano de enigmático origen, el Doctor Hurt, y que prepara el plan perfecto para deshacerse de Bruce Wayne. En R.I.P, Morrison consigue lo increíble y lo  que parecía imposible: aunar y dar verosimilitud a toda la línea temporal de Batman, incluyendo las historias pulp de los años 50 que incluían extraterrestres, el curioso Batman de Zur-en-Arrh o al mítico Bat-Mito. Además, bajo la enseña de R.I.P, Paul Dini tendría una de sus mejores sagas al frente de Detective Cómics, Corazón de Silencio, una historia intensa y más fácil de leer que el propio Batman R.I.P de Morrison… cuyo epílogo lo  tendríamos directamente en Crisis Final.
            Y es que esa sería la obra magna de Morrison, Crisis Final, que ya tuvo un post intensivo en este mismo blog, así que no me extenderé mucho en ella: la historia de la lucha definitiva entre los dioses caídos de Apokolips y los héroes de la Tierra. Al margen de la serie propia, Crisis Final tuvo varios spin-off y series limitadas, entre las que destacarían Crisis Final: Apocalipsis y Crisis Final: Legión de Tres Mundos. En la primera, de manos de Greg Rucka y Philip Tan, asistimos al desenlace (al menos de momento) de la historia de la nueva Question y su enfrentamiento con Intergang; mientras que Legión de Tres Mundos, de Geoff  Johns y George Pérez, cuenta una historia que parece tener más que ver con Crisis Infinita y con La Guerra de los Sinestro Corps, y que solo fue incluida en Crisis Final por capricho de Dan DiDio, en la que la Legión y Superman tienen que hacer frente a un vengativo Superboy Primo. Además, junto a Doug Mahnke, el propio Morrison escribiría Superman: Beyond, una compleja historia en 3D sobra la metahistoria en la que varias versiones de Superman tienen que hacer frente al vampírico Monitor Mandrakk. Me veo obligado a repetir lo ya dicho: una historia absoluta y completamente genial, y muy incomprendida. Crisis Final se vería seguida de varias series limitadas bajo el emblema de Aftermath: Run, Dance, Escape e Ink, que no han sido publicadas en España, y que personalmente, no he terminado de leer, aunque Escape tenía una pinta de lo más interesante.
            Por cierto, no me he olvidado de que previamente a Crisis Final, en las colecciones del Hombre de Acero, se gestaba su propio crossover, desde Mundo de Nuevo Krypton a Mundo Sin Superman, Mundo Contra Superman o La Última Batalla de Nuevo Krypton, que aún está publicándose en España y que va a convertirse sin duda en una de las historias más épicas, largas y coherentes de la historia de Superman; y habría otros cruces en series menores, como Jaque Intruso entre Jaque Mate y Outsiders, o los diversos crossovers entre las colecciones de Titanes y Jóvenes Titanes, presentando al nuevo Vigilante.
            Y apenas había acabado Crisis Final cuando estalló el evento que Geoff Johns llevaba tanto tiempo preparando: La Noche Más Oscura. Tras los acontecimientos desarrollados en la Guerra de la Luz que había tenido lugar en las colecciones de Green Lantern y Green Lantern Corps; comenzaba el evento que los Guardianes habían temido desde el principio de su historia. El momento en que los Anillos Negros, procedentes de una Batería de Poder Negra que aparece en Ysmault y dentro de la que se encuentra encerrado en Antimonitor desde La Guerra de los Sinestro Corps, se extienden por el Universo, resucitando a millares de personajes fallecidos relacionados con los héroes y con el Green Lantern Corps dispuestos a enfrentarse a estos y sacrificarlos para alimentar y conseguir que la Muerte se haga con todo el Universo. Realmente, aunque lo único imprescindible de leer ha sido la propia limitada y sus cruces con Green Lantern y Green Lantern Corps, y ateniéndote a ellas es una gran historia, La Noche Más Oscura se extendió a todo el Universo DC, y la frase “xxxxx, ¡álzate!” se convirtió finalmente en un ripio de lo más cansino… aunque la historia original sigue siendo una gran obra de acción, apoyada en los lápices del genial Iván Reis, que hace uno de sus mejores trabajos hasta la fecha.
            Y La Noche Más Oscura, realmente ha sido solo un paso más en el proyecto de Johns, pues ahora mismo nos encontramos en plena continuación, El Día Más Brillante, de la que no voy a hablar ya que casi todo lo que pueda decir sería spoiler, salvo que llevo leídos veinte números USA, y la historia se va poniendo cada vez más interesante. Aquí, DC ha tratado de repetir el éxito de 52, publicándose El Día Más Brillante de forma quincenal, y complementada por otra colección, Liga de la Justicia: Generación Perdida, en la que se recupera a los héroes de la legendaria JLI de Giffen y DeMatteis. Además, se ha aprovechado El Día Más Brillante para generar a su alrededor un landscape en el que se han renovado colecciones como Aves de Presa, Flash (Geoff Johns y Francis Manapul), Green Arrow (J.T Krul y un inmenso Diógenes Neves) o Titanes (ahora con el subtítulo “Villanos de Alquiler”); además de propiciar un crossover entre JLA y JSA…
            Y ya, en el horizonte, comienza a hablarse de un nuevo evento, Flashpoint… Sí, chicos. Esto es un no parar…

1 comentario:

David G. dijo...

La industria del cómic actual, me temoque para bien o para mal, se encuentra plagada de eventos.

ersonalmente, pienso que es bueno que se de sensación de universo compartido, pero pienso también que puede haber otros mecanismos para ello, y que deberían dejar de intentar explotar la gallina de los huevos de oro.