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martes, 6 de diciembre de 2011

BATMAN DE GRANT MORRISON (IV): BATMAN RIP


                Después del interludio representado por la reaparición de Ra´s al-Ghul y el conflicto del Hombre Murciélago con Silencio que vimos en Corazón de Silencio, nos encontramos con que Bruce Wayne continúa profundizando en su relación con Jezebel Jet, relación en la que Alfred le aconseja prudencia en todo momento. Pero mientras Bruce y Jezebel tienen una de sus peculiares citas, preparándose para saltar en paracaídas sobre Gotham, la comisaría de policía sufre un ataque inesperado: el tercer Batman, aquel que apareciera en el número 666 de Batman, en aquella visión de un futuro distópico en el que Batman era encarnado por Damian Wayne y luchaban por el propio alma de la ciudad. Este siniestro Batman, lanzallamas en manos, llega exigiendo hablar con un antiguo comisario, Vane, pero es Gordon quien se enfrenta a él, descubriendo una relación entre los tres Batman y la policía. El tercer Batman (Lane), toma como rehén a Gordon, y Bruce es avisado de lo que ocurre por Alfred, despistando a Jezebel y dirigiéndose como Batman a hacer frente al Tercer Hombre, al que recuerda de un escabroso sueño (precisamente ese futuro que vimos en el 666). Batman y Lane se enfrentan en la azotea, junto a la Batseñal, Gordon resulta herido… y Batman es alcanzado por uno de los disparos de Lane en pleno pecho. El impacto es tan fuerte que el corazón se le detiene… momento en el que hace su sorprendente aparición Bat-Mito.

                Originalmente, Bat-Mito había sido una creación del año 59, la versión del genio de la Quinta Dimensión, Mister Mxyzptlk para la franquicia del Murciélago. Sin embargo, en manos de Grant Morrison, Bat-Mito parece formar parte del subconsciente  de Bruce Wayne, ya que se convierte en su guía en un sueño que asalta a Bruce en esos momentos en los que el corazón de Batman se detiene, a cinco minutos de su muerte cerebral. En el sueño, Batman se ha convertido en la pesadilla del hombre que mató a sus padres, Joe Chill, pero además, descubrimos algo que al parecer ocurrió algo años atrás, cuando Dick Grayson aún era Robin. Batman, para intentar comprender la mente del Joker, se sometió a una terapia agresiva con un psiquiatra, el Doctor Simon Hurt. Durante diez días, Batman se sometió a una sesión de aislamiento sensorial, lo más cercano a la muerte de lo que se podía estar sin llegar a morir de verdad. Este hecho se repitió tiempo después durante lo narrado en 52, cuando Batman acudió a Nanda Parbat para someterse al rito del Thögal, en el que estuvo 49 días encerrado en una cueva, un ritual que podría haberle vuelto definitivamente loco. Y es que ese es el argumento principal de Batman RIP, y por lo tanto, de todo lo que Morrison ha hecho durante el camino que nos ha traído a esta saga. ¿Realmente Batman está loco? Cuando se recupera de las consecuencias del disparo del Tercer Batman, se da cuenta de que este le tiene prisionero y parece dispuesto a torturarle. Y lo hace. Mientras tanto, Batman averigua que este Tercer Batman, Lane, forma parte de un proyecto de la policía de Gotham, un proyecto en el que varios policías, entre los que destacarían Muller, Branca y el propio Lane, serían entrenados para sustituir a Batman si algún día a este le pasara algo. El proyecto había estado dirigido por el doctor Simon Hurt, al que Lane llama “diablo”. Batman consigue escapar y enfrentarse a Lane, pero este huye, dejando tras de sí su marca: un guante negro, lo que nos lleva a una aventura anterior, la así llamada precisamente, el Guante Negro, aquella en la que Batman acudía a una reunión del Club de Héroes y John Mayhew trataba de asesinarlos, muriendo después en manos de alguien que se hacía llamar también “el Guante Negro”.


                Pocos días después, para compensar lo ocurrido durante la sesión de salto (Bruce convenció a Jezebel de que el salto no había salido bien y se había perdido entre las calles de Gotham), él y Jezebel se reúnen en un restaurante para una cena. Además, sabemos que Talía al-Ghul continúa entrenando al pequeño Damian, en compañía del propio Merlyn. La cena de Bruce y Jezebel se ve interrumpida por el ataque de dos extraños monjes, cegados y con nueve dedos, con un ojo tatuado en cada uno de ellos, monjes semejantes a los que Bruce se enfrentó durante el Thögal, que planean secuestrar a Jezebel. En la lucha que se produce mientras Bruce Wayne y Jezebel Jet son secuestrados por estos extraños terroristas, Jezebel descubre que Bruce es Batman, y cuando Merlyn transmite a Talía la noticia del ataque de los terroristas a la pareja, de inmediato Damian ata los cabos: alguien va a por su padre.

                Consciente de que el Guante Negro le sigue y pretende acabar con él, Batman acude en busca de pistas a la más peculiar de las fuentes: el Joker, encerrado en Arkham tras su intento de fuga impedido por la propia Harley Quinn algún tiempo atrás. La respuesta del Joker, tan enigmática como siempre, llega de manos de unas cartas con las que juega continuamente, repitiendo delante de él la misma tirada una y otra vez. Ochos y ases, finalizando con un comodín, su signo. La jugada de dos ochos y dos ases es habitualmente conocida como “la Mano del Muerto”, ya que es la que tenía Wild Bill (James Butler Hickok, un antiguo sheriff de Dakota y Nebraska, famoso por su pasión por el poker) en el saloon Deadwood, en Dakota, cuando Jack McCall le descerrajó un tiro en la nuca. Wild Bill murió sin soltar las cartas, en lo que se llamó “la Mano del Muerto”. En esta versión, el Joker cambia los ochos por cartas rojas, volviendo al antagonismo que ya vimos en El Payaso a Medianoche, con las rosas negras y rojas que se volvían tóxicas. Sin embargo, Batman no consigue sacar en nada en claro del Joker, salvo que efectivamente hay alguien que le persigue… y que el Joker lo sabe, y le divierte. Ochos y ases, trasladando las cartas al alfabeto, serían “HAHA”. Es decir, esto le provoca hilaridad al Joker. Además, descubrimos que desde hace seis meses, efectivamente hay una reunión de villanos que se están reuniendo en Gotham, los enemigos de los miembros del Club de Héroes, una especie de Club de Villanos, formado por el Rey Kraken, Charlie Calígula, Le Bossú, Pierrot Lunaire, el Sombrero, Swangman, Scorpiana y dirigido por el doctor Simon Hurt.

                Batman y Robin continúan su lucha contra los criminales cada vez más desquiciados que parecen asolar la ciudad, y al final de cada jornada de trabajo, Bruce vuelve a los brazos de Jezebel. Robin, preocupado por la situación de Bruce con Damian, termina averiguando de Alfred que, efectivamente, Damian es su hermano, confirmado genéticamente (y ya que Bruce ha adoptado oficialmente a Tim), y decide marcharse durante unos días. En esos días, Batman comienza a encontrarse con unos “maleantes” disfrazados como gárgolas, nuevos en la ciudad, mientras se planifica la proyección de la película el Guante Negro en los cines de Gotham, la película dirigida por John Mayhew y protagonizada por Mangrove Pierce y Marsha Lamarr, la historia de dos amantes cuyo amor se ve corrompido por un grupo de apostadores multimillonarios. Mientras Alfred acude al cine para ver la película en busca de alguna pista sobre la relación entre esa película y el Guante Negro que persigue a Batman, Bruce lleva a Jezebel Jet a la Batcueva. Al ver el interior del refugio del Murciélago, Jezebel comienza a sospechar que quizá hay algo que realmente no funciona bien en la cabeza del murciélago, y así se lo hace saber. Jezebel piensa que el dinero de Bruce podría invertirse de muchas otras maneras, podría solucionar auténticos dramas sociales si se utilizase de otras maneras. Y mientras, el comisario Gordon tiene un enfrentamiento con el alcalde, que está dispuesto a permitir la publicación por parte del Gotham Gazette de una información recién recibida, una información que recude a Thomas y Martha Wayne a alcohólicos y drogadictos. Según esa información, que el Gotham Gazette piensa publicar, Bruce sería realmente hijo de Martha Wayne y su mayordomo, el antiguo actor Alfred Pennyworth, y el asesinato de Martha habría sido planeado por el propio Thomas Wayne, que luego habría fingido su propia muerte.

                En la Batcueva, Jezebel y Bruce continúan discutiendo sobre el papel de Batman, mientras Bruce le enseña a Jezebel los ordenadores dispuestos para descubrir cualquier cosa que a él pudiera pasársele por alto. En ellos, aparecen los callejones de Gotham, cubiertos por las palabras Zur-En-Arrh, pero para sorpresa de Jezebel, Bruce sólo ve estática. Es entonces cuando ella lee la palabra… y Bruce se colapsa, mientras las gárgolas de Le Bossú se infiltran en la Batcueva, junto al propio doctor Hurt. Decidido a enloquecer a Bruce, Hurt le droga y le arroja a las calles, sin identidad. Zur-En-Arrh era la palabra que Hurt había insertado en su mente, años atrás, para “desactivar” a Batman. Mientras, los aliados de Hurt tratan de dar caza a los aliados de Batman. Alfred es atrapado por Le Bossú y entregado al Doctor Hurt, mientras Pierrot Lunaire trata de matar a Robin, que se ha hecho con uno de los Diarios Negros, en los que Batman recogía las consecuencias del experimento con Hurt. Robin consigue escapar, aunque es perseguido por Swangman, mientras las gárgolas de Le Bossú comienzan a extenderse por Gotham. Nightwing hace frente a los centuriones de Charlie Calígula, pero es atrapado por Scorpiana. Y mientras, Bruce despierta en las calles, junto a un vagabundo que se hace llamar Honor Jackson, y que parece convertirse en su guía en las calles de Gotham, mientras Bruce trata de averiguar quién es. Las indicaciones de Honor Jackson llevan a Bruce Wayne a Park Row, el Callejón del Crimen, donde todo comenzara hace tantos años atrás, y donde Bruce descubre que realmente ha estado siguiendo lo que parecen ser los pasos de un fantasma, pues Honor Jackson había muerto el día anterior. Le Bossú encierra a Nightwing en el Asilo de Arkham, haciéndose pasar por uno de los psiquiatras del centro, mientras Simon Hurt, ataviado con el disfraz de murciélago que Thomas Wayne había llevado a un baile de disfraces, comienza a celebrar la victoria del Guante Negro.


                Pero en el Callejón del Crimen, donde ha obtenido unas drogas de viejos amigos de Honor Jackson, Bruce comienza a repetir una y otra vez “Zur-en-Arrh”. Bruce se cose un uniforme, el del Batman de Zur-en-Arrh, y Bat-Mito vuelve. Años atrás, Bruce había preparado una defensa contra un ataque mental, había creado una personalidad, el “Batman de Zur-en-Arrh”, lo que quedaba de Batman cuando Bruce Wayne salía de la ecuación. Y Bat-Mito, resulta ser el residuo coherente de lógica y cordura que queda dentro de Bruce cuando aparece el Batman de Zur-en-Arrh. Batman comienza a seguir la pista de Le Bossú, y guiado por Bat-Mito, comienza a reconocer los propios nervios que palpitan dentro de Gotham. Batman se enfrenta a los hombres de Le Bossú tras arrancarse un rastreador que llevaba injertado bajo un diente, mientras Robin convoca al Club de Héroes. Batman se enfrenta a Charlie Calígula y a Rey Kraken. Por otro lado, el Comisario Gordon, para avisar a su amigo Bruce Wayne de lo que va a ocurrir con la información que está en manos de la Gotham Gazette, encontrándose con que el Sombrero ha convertido la Mansión Wayne en una trampa mortal. En la Batcueva, el Doctor Hurt trata de convencer a Alfred de que es el mismísimo Thomas Wayne, pero Alfred se niega a aceptarlo. Mientras, Robin continúa escapando de sus perseguidores, y el Guante Negro se prepara para la destrucción de Batman en el Asilo de Arkham, cuyo control está ahora en manos de Le Bossú, que ha atrapado al doctor Arkham. Y hacia allí se dirige el propio Batman de Zur-en-Arrh, tras sacarle a palos la información a Charlie Calígula.

                En Arkham, el Doctor Hurt comienza a preparar el descenso a los infiernos de Batman. Ha trasladado allí a Jezebel Jet y ha reunido a una serie de grandes fortunas, con las que el Guante Negro suele tratar de vez en cuando, gente tan rica que sus divertimentos son, como poco, obscenos. Le Bossú libera al Joker, que lo mutila, para luego atacar al Sombrero antes de plantarse ante los miembros del Guante Negro. Batman se enfrenta a los guardias de Charlie Calígula y Le Bossú, pero Bat-Mito debe quedarse atrás: es el último rastro de la cordura de Batman, y no tiene cabida en el centro de la locura, el Asilo de Arkham. Simon Hurt trata de incluir al Joker en su juego, mientras Damian, Talía y sus hombres anulan las trampas del Sombrero en la Mansión Wayne, liberando así al Comisario Gordon.

                El Batman de Zur-en-Arrh se enfrenta al Joker en el corazón del Asilo de Arkham, y el Joker revela la chispa de su chiste definitivo: no hay objetivo, no hay lógica. Batman ha estado buscando pistas, significados… y no hay nada. Batman descubre a Jezebel Jet, rodeada de pétalos de rosas negras y rojas, las rosas venenosas del Joker, y trata de liberarla por todos sus medios… sólo para caer él mismo víctima del veneno y descubrir que Jezebel Jet estaba desde el principio aliada con el Guante Negro e inmunizada al veneno del Joker. Batman, aunque no muere, gracias a que se había inmunizado contra el veneno del Joker, pierde el sentido el tiempo suficiente como para que los miembros del Guante Negro le vistan de nuevo con sus ropas y le entierren vivo. Cuando despierta, el Batman de Zur-en-Arrh ha desaparecido, Bruce Wayne está de vuelta. Los miembros del Club de Héroes llegan a Gotham a tiempo de salvar a Robin de Swangman y de enfrentarse a los hombres de Le Bossú, que estaban invadiendo las calles, mientras el Joker revela al Doctor Hurt que no es alguien con quien se pueda jugar, o cuyos pasos se puedan prever. Ni siquiera gente tan creída de sí misma como el Guante Negro. En esos momentos, encuentran entre los despojos del Batman de Zur-en-Arrh lo que él llamaba “una Batradia”, lo que parecía una simple radio de mano que Bruce había encontrado en el carrito de vagabundo de Honor Jackson. Pero al examinarla el Guante Negro, se dan cuenta de que no es un receptor, es un emisor. Y rompe su control sobre el Asilo de Arkham. Nightwing consigue despertar antes de ser lobotomizado por el mutilado Le Bosú, y les derrota a este y a Scorpiana. Batman sale de su propia tumba, reviviendo (como había hecho después de la experiencia del Doctor Hurt y del Thögal simbólicamente, ahora lo hace realmente) y se enfrenta a los miembros del Guante Negro, descubriendo ahora que él y Alfred habían sospechado desde el principio de Jezebel Jet, a la que habían manipulado para conseguir sacar a la luz al Guante Negro, ya que habían averiguado su pertenencia a la asociación desde que su padre las perdiera a ella y a su madre en uno de los juegos del Guante, muchos años atrás. Mientras Nightwing se enfrenta a los matones, Batman persigue a Hurt, y el Joker escapa de Arkham en una ambulancia, sólo para ser arrojado al río por un Batmóvil conducido por Damian Wayne y con Alfred como acompañante.


                Bruce se enfrenta a Hurt en las cornisas de Arkham, y también él se niega a aceptar que el Doctor sea Thomas Wayne. Hurt afirma ser “el agujero que hay en el centro de todo, la pieza que no encaja”. Esperando encontrarse con un Bruce Wayne roto, Hurt le ofrece servir al Guante Negro, pero este se niega, sorprendiendo al Doctor Hurt, que trata de escapar en un helicóptero pilotado por el Tercer Batman, Lane. Bruce hace que el helicóptero se estrelle en la bahía de Gotham, donde llegan Robin, Alfred, el Comisario Gordon, Talía y el propio Damian, así como Nightwing, que encuentra la capucha que Batman se había quitado antes de saltar al helicóptero de Hurt. Jezebel Jet trata de escapar, pero los hombres de Talía la persiguen, utilizando para ello el suero de Murciélagos de Man-Bat.

                La historia de Batman: RIP acababa aquí, en el número 681 de Batman, pero su epílogo y explicación tendría lugar en los números 701 y 702 de la colección, Batman RIP: El Capítulo Perdido. Así, sabemos que tras caer al mar, Bruce recurre a técnicas de control corporal para sobrevivir a la difícil inmersión, consiguiendo emerger y hacerse una capucha con unas medias o algo parecido. Así, consigue regresar a la Mansión Wayne, donde Alfred se encuentra esperándole, en su papel de perfecto mayordomo. Las noticias que Hurt había filtrado a los periódicos de Gotham estaban cumpliendo su papel, manchando la reputación de la familia Wayne, pero había algo que obsesionaba a Bruce: la posible supervivencia y el origen de Hurt. Así, tras descubrir que no había ni rastro de él ni de Lane entre los restos del helicóptero, vemos a Bruce investigar la propia historia de su familia y descubrir una cueva, una cámara secreta con un nombre grabado en ella, Bárbatos.

                Pero Batman no tendría mucho tiempo para investigar, pues pronto Superman llamaría para informar a Batman de que alguien había matado a un Dios.

                La Crisis Final había llegado.

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