No es la crónica de un mundo... es la historia de muchos.

jueves, 29 de marzo de 2012

EL LIBRO EN EL QUE DESAPARECIÓ EL MUNDO



    Entre los libros que cayeron como regalo para Reyes (de esos que uno encarga diciendo“Uy, como me gustaría leer este libro”, así como el que no quiere la cosa), estaba una obra que me pareció de lo más curiosa cuando leí las reseñas, el resumen y demás. Se trata de El Libro en el que Desapareció el Mundo, de Wolfram Fleischhauer. La premisa es interesante, y sobre todo, era un libro que se sale un poco de la temática friki-épica en la que últimamente estoy tan centrado, así que, tenía bastantes esperanzas puestas en él.

Chasco.

No sé si os acordaréis de los viejos tiempos, aquellos en los que la Historia de la Filosofía era obligatoria en COU, y dábamos filósofo tras filósofo, viendo las ideas de unos y de otros. Supongo que, como con todo, todos tendríais vuestros preferidos. Además, la Historia de la Filosofía se daba en una edad en la que, a nada que prestases atención, éramos fácilmente impresionables con estas cuestiones. Es decir, a los 17 normalmente no tienes una perspectiva demasiado clara de lo que piensas de la vida, y las teorías de alguno de los filósofos, podían ser realmente fascinantes. En mi caso, uno de aquellos filósofos que me dejó boquiabierto, ojiplático y completamente encantado con lo que contaba, fue Immanuel Kant. El pensamiento del filósofo, que nació y vivió en la ciudad prusiana de Königsberg entre 1724 y 1804, autor de la Crítica de la Razón Pura, la Crítica de la Razón Práctica y la Metafísica de las Costumbres, revolucionó el pensamiento filosófico de su momento y en muchas cuestiones, continúa vigente aún a día de hoy.

Y según parecía, El Libro en el que Desapareció el Mundo iba a hablar precisamente sobre Kant y las circunstancias que envolvieron la publicación de la Crítica de la Razón Pura, añadiendo a la cuestión un par de asesinatos, intriga y demás. Y sí, Kant es la res cogita de este libro, el trasfondo que está tras todo lo que ocurre (y lo sabes durante todo el libro porque lo pone en el resumen, si no, igual hasta sorprendía más), pero en fin, su implicación en el desarrollo de la novela es, como poco, anecdótica. Es como si al escritor se le hubiera ocurrido escribir una novela sobre asesinatos filosóficos en el Imperio Alemán de finales del siglo XVIII y en un momento determinado se le hubiera ocurrido meter a Kant como refuerzo.

La novela arranca cuando el protagonista, un médico de ideas innovadoras para el momento, Nicolai Röschlaub, es llamado para tratar a un conde de la zona, el señor de Alldorf. Por supuesto, la situación se complica, hay muertes enigmáticas y aterradoras, una mujer enigmática (tan tópica que parece increíble) y pronto, el doctor Röchlaub se encuentra enredado en un complejo tira y afloja que va más allá de la política enfrentada entre Austria y Prusia y se pierde en los conflictos entre las numerosas sectas de carácter masónico, místico o luciferino que proliferaban en la polifacética Alemania del siglo XVIII, hogar de masones y rosacruces por doquier (o eso parece). La verdad es que Fleischhauer parte de un concepto interesante, el poder de las ideas y como estas pueden cambiar el mundo. Pero la forma en que la historia se desarrolla…es tan tópica y todo está tan traído por los pelos que rechina. El pobre Röschlaub parece medio tonto, no se entera nunca de nada. Magdalena, la protagonista femenina, parece casi una femme fatale de una película de cine negro, y la relación de amor que surge entre ellos, es completamente forzada, repentina y sin cuerpo alguno más que el hecho de que es literariamente necesaria. Y así podría seguir, hasta culminar diciendo que tiene uno de los peores anticlímax finales de la historia de la literatura (y no es que haya un bajón después del final, es que el final es un bajón). Eso sí, la ambientación en la fragmentadísima Alemania de finales del XVIII, a caballo entre el final del pensamiento religioso y el principio del pensamiento ilustrado, entre el poder personal de los príncipes y el del estado, entre Viena y Prusia, está conseguidísima.

Pero claro, para leer sobre eso, están los libros de Historia. Así que… señores, pasen de este libro, que seguro que hay cosas mejores en las que emplear el tiempo.

4 comentarios:

Arion dijo...

Así que el libro no estuvo a la altura de las expectativas. Bueno, a veces pasa.

Muy interesante tu blog, el mío es sobre cómics y quizá te llame la atención:

www.artbyarion.blogspot.com

Saludos.

Tomás Sendarrubias dijo...

Le echaré un ojo, sin duda.

¡Muchas gracias por la visita, Arión!

David G. dijo...

¿Te has leido los libros de los Juegos del Hambre? En caso de respuesta negativa, te los recomiendo. Me pille ayer el primero y ya he devorado la mitad de sus casi 400 páginas, no te digo más...

Tomás Sendarrubias dijo...

¿Y tú de donde demonios sacas el tiempo, macho? No lo he leído, pasa a la lista de futuribles.

Que es inmensa, por cierto. :)