HOY PRESENTAMOS:
LLEGADA A PUERTOLIBRE.
El grupo formado por
Eärwen la Druida, Alexiel la Maga, Hank el Explorador y Tharkas el Pícaro se
encontraba en Amn, en la Costa de la Espada, cuando Tharkas recibió una noticia
extraña. Su hermano Lucius, bibliotecario en el Templo de Deneir (el Dios del
Conocimiento) en la ciudad de Puertolibre, había desaparecido. Puesto que tras
un fiasco en Amn su estancia allí no tenía ningún sentido, Tharkas y los demás
se embarcaron en dirección sur, hacia Puertolibre. La ciudad estaba situada
entre los grandes puertos de Amn y Puerto Calim, en un pequeño archipiélago
cercano a la costa, en la isla de A´val. Puertolibre ocupaba el sur de esta
isla, un puerto natural que había favorecido la aparición de esta ciudad
comercial, dominada desde hacía generaciones por la familia Drac. A su llegada
a Puertolibre, con el sol casi poniéndose en el cielo, los personajes se vieron
casi superados por el estrépito que aún reinaba en el puerto y la visión de un
gigantesco faro que se estaba construyendo al sur de la isla, en una de las
islas cercana. Tan aturdidos estaban por el asfixiante entorno que no se dieron
cuenta de que habían sido rodeados por una patrulla de enganche que pretendía
enrolarlos en un barco pirata, por las buenas o por las malas. El conflicto
entre los personajes y la patrulla hizo que la zona se despejara, y aunque
Eärwen no salió bien parada, Alexiel, Tharkas y Hank consiguieron alejar a sus
atacantes, encontrándose con que habían sido observados por uno de los
sacerdotes de Deneir. Este se presentó a ellos como el Hermano Elgin, y resultó
ser el sacerdote que había avisado a Tharkas de la desaparición de Lucius. Tras
curar las heridas más graves de Eärwen, Elgin les guio hasta una posada
cercana, la Rata Mojada, donde les invitó a cerveza y les explicó lo ocurrido
con Lucius. Al parecer, no era la primera vez que el hermano de Tharkas
desaparecía. Cinco años atrás, tras un brusco cambio de comportamiento, Lucius
había sido descubierto en el santuario del Dios del Conocimiento, provocando su
expulsión del templo y su desaparición de la ciudad, hasta que había regresado
más o menos un año atrás, sin recordar nada de lo que había ocurrido el año
anterior. Lucius había conseguido de alguna manera volver a ser admitido en la
biblioteca del Templo de Deneir, pero con el tiempo, se había mostrado cada vez
más enfermizo y cansado, hasta que había desaparecido de nuevo. Elgin se había
puesto en contacto con Tharkas rápidamente, preocupado por Lucius.
Los personajes fueron
guiados por Elgin a una posada en una zona tranquila de la ciudad, donde
podrían alojarse durante su estancia en la ciudad. Los personajes cenaron allí
y averiguaron que Puertolibre se había convertido en un lugar poco seguro,
donde la construcción del gran faro al que llamaban La Locura de Milton (debido
a su constructor, Milton Drac) había vaciado las arcas de la ciudad hasta el
punto de que apenas había patrullas de seguridad fuera del casco antiguo, lo
que hacía que piratas y bandidos camparan a sus anchas por Puertolibre, e
incluso averiguando que había un barco de piratas orcos atracado en el puerto. Tras
cenar, y antes de que la noche cayera sobre Puertolibre, se dirigieron hacia la
casa de Lucius. Tharkas consiguió forzar la puerta de la casa y entraron en su
interior. Eärwen encontró unas notas de Lucius en las que hablaba de que tenía
que hablar con un tal “Capitán Scarbelly”, mientras que Tharkas y Alexiel
encontraban un falso fondo en uno de los cajones del escritorio de Lucius, en
el que había un diario. Además, bajo la casa había un gran sótano, repleto de
estanterías vacías, que Hank afirmó eran de madera nueva, mucho más recientes
que el resto del sótano, y que tenían menos de un año. Tras regresar a la
posada, revisaron los diarios, donde quedaba patente la confusión de Lucius, que había perdido cinco
años de su vida. Durante la noche, mientras los demás descansaban, Alexiel
aprovechó para crear varios pergaminos mágicos que les ayudaran en sus
aventuras, y que le serían de gran utilidad al día siguiente.
Sus planes eran ir al
Templo de Deneir, pero durante el desayuno, averiguaron que Scarbelly era el
capitán de un barco llamado Venganza Sangrienta, situado en el puerto, así que
decidieron averiguar por qué Lucius quería hablar con el capitán de un barco
pirata. Para su sorpresa, el Venganza Sangrienta era el navío orco del que
habían oído hablar. Ante la negativa de los orcos a permitirles hablar con
Scarbelly, Alexiel convocó un cuervo infernal que acabó con uno de los guardas,
mientras un certero disparo del arco de Hank y los floretes de Tharkas acabaron
con los otros dos. Decidieron subir al barco en silencio, pero Alexiel y Eärwen
fueron demasiado ruidosas, lo que hizo que otro grupo de orcos reparara en
ellos, aunque consiguieron eliminarlos antes de que pudieran dar la voz de
alarma. Finalmente, a pesar de sus intentos de ser sigilosos, tuvieron que
enfrentarse al resto de los orcos del Venganza Sangrienta, incluyendo el
Capitán Scarbelly (que cayó enseguida dormido por un conjuro de Eärwen) y
Aggro, su segundo, que tuvo grandes problemas con el lobo de Eärwen y el cuervo
infernal de Alexiel, con el que finalmente acabó, aunque cayó derrotado.
Tras atar a Scarbelly
antes de que pudiera escapar del hechizo de dormir, y mientras Eärwen, Tharkas
y Hank se encargaban de interrogar al capitán orco, Alexiel exploraba el
camarote de Scarbelly, encontrando un pesado cofre cerrado con llave. Scarbelly
les contó que Lucius había estado allí un tiempo antes, había querido hablar
con él para averiguar qué había hecho en el Venganza Sangrienta unos años
atrás. Scarbelly recordaba que Lucius había embarcado allí en Puertolibre cinco
años atrás, y había viajado junto a ellos, tomando notas, antes de volver a
desembarcar. Mientras Alexiel recurría a la ayuda de Tharkas para abrir el
cofre que había en el interior del camarote, Hank descubría que Scarbelly había
trabajado para un mago de nombre Kenzir, que debía aparecer en algún momento
para recoger un bastón mágico que habían encontrado para él. La llave del cofre
había sido enviada por paloma mensajera al tal Kenzir, pero Hank consiguió
amedrentar lo suficiente a Scarbelly como para que admitiera que había una
trampa en la cerradura. Alexiel y Tharkas consiguieron abrir el cofre,
encontrando un cuantioso tesoro, además del Bastón de Defensa que Kenzir
buscaba, y que Alexiel tomó para sí. Tras terminar de registrar el barco y
quedarse Eärwen con la cimitarra de Aggro, tomaron la decisión de tomar
posesión del Venganza Sangrienta, que podrían vender a algún otro pirata de
Puertolibre. Pese a las objeciones de Hank, Eärwen, Alexiel y Tharas decidieron
acabar con la vida del pirata y guardarse su cabeza por si en algún momento
encontraban una recompensa por esta…
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