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lunes, 17 de junio de 2013

DRAGONES Y MAZMORRAS 2

Hoy presentamos:
El Cubil de las Serpientes.

Después de arrasar con los piratas orcos del Capitán Scarbelly, el grupo formado por Tharkas, Hank, Alexiel y Eärwen se dirigieron finalmente hacia el Templo de Deneir, en su búsqueda de Lucius, para tratar de hablar con el Sumo Sacerdote Thuron. Una vez en el templo, un gran edificio que mezclaba el santuario del Dios de Conocimiento con una inmensa biblioteca, los personajes pudieron acceder a los poderes curativos de los sacerdotes, que a cambio de unas limosnas aliviaron las heridas recibidas en su lucha con los Orcos; y fueron conducidos ante Milos, la mano derecha del Sumo Sacerdote Thuron, que les recibió en nombre de este, ocupado en los preparativos de la inauguración del Faro de Drac. La narración de Milos sobre los hechos relacionados con la desaparición de Lucius hicieron que los personajes pensaran cada vez con más fuerza en la posibilidad de que Lucius hubiera sido poseído en su primera desaparición por una entidad ajena, bajo cuyo yugo había viajado por el mundo, reuniendo una serie de diarios de viaje a cambio de los cuales el Sumo Sacerdote Thuron le había permitido volver al Templo. El grupo intentó acceder a los diarios, pero estos se encontraban en estudio de los bibliotecarios, por lo que fue imposible.

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A su salida del Templo de Deneir, decidieron dirigirse a la mansión de Milton Drac, esperando encontrar allí a Thuron, aunque se entretuvieron en el mercado de la ciudad, adquiriendo algunas pociones curativas y pergaminos para los conjuros de Alexiel. Cuando se dirigían hacia la casa de Drac, fueron emboscados y atacados por una compañía de mercenarios llamados los Escudos Amarillos, dirigidos por un guerrero de nombre Rittoro. Aunque Tharkas y Eärwen consiguieron evitar la emboscada, Alexiel resultó herida en el combate, aunque finalmente pudieron acabar con los mercenarios e interrogar a Rittoro, que les confirmó que habían sido contratados esa misma mañana por un hombre llamado Enzo, que les había dado como primer pago diez monedas de oro y una daga de marfil con una L tallada y que Tharkas enseguida reconoció: era un regalo a Lucius de su padre. Tras deshacerse de los mercenarios, el grupo acudió al encuentro de Enzo, al que emboscaron en una taberna cercana a los muelles, La Gaviota Negra. Allí descubrieron que Enzo era un hombre de lo más normal, un tanto patético, que cayó sin resistencia en la emboscada que planearon y ejecutaron. Mientras Hank vigilaba en el exterior, Eärwen, Alexiel y Tharkas interrogaron a Enzo, averiguando que servía a un grupo que se hacía llamar “La Hermandad”, y que su refugio estaba bajo una casa tapiada, allí en Puertolibre. Los personajes habían molestado al Maestro de la Hermandad, que había decretado su muerte, y él se había limitado a poner en marcha el mecanismo para que murieran. Además, todo parecía indicar que Lucius podía estar bajo esa casa tapiada. Mientras Tharkas acudía a la posada en la que estaban alojados para asegurarse de que la posadera no se deshacía de sus cosas, Hank, Eärwen y Alexiel llevaron a Enzo al Venganza Sangrienta, y el grupo pasó la noche allí, para evitar posibles nuevos ataques por parte de la Hermandad.



A la mañana siguiente se dirigieron a la casa tapiada, descubriendo Eärwen la entrada secreta en una barrica de vino vacía que les condujo a un subterráneo, aunque Alexiel descubrió demasiado tarde que habían disparado una alarma mágica, poco antes de que la propia Eärwen y Hank cayeran en una trampa en la que se encontraban cuando fueron atacados por unos extraños Hombres Serpiente. Gracias al arco de Hank, las espadas de Tharkas, los hechizos de Alexiel y los ataques de Eärwen y su lobo, consiguieron avanzar a través de los subterráneos, descubriendo el cubil de los Hombres Serpiente que al parecer servían a una extraña criatura  interplanar, el Innombrable. A través de los pasadizos secretos que encontraron, y tras descubrir algunos tesoros, consiguieron llegar al santuario del Innombrable, donde se enfrentaron a los guardias y a su líder, que no era otro que Milos. Mientras Alexiel (cada vez más hábil como convocadora) y Hank se encargaban de los ballesteros de Milos, este se enfrentaba a Tharkas y Eärwen, aunque sería finalmente un halcón infernal, convocado por la maga quien daría el golpe de gracia a Milos, que les maldeciría antes de morir en nombre del Signo Amarillo, y revelaría que era un hombre serpiente camuflado. El grupo descubrió a Lucius bajo el altar del Signo Amarillo, y encontró un libro maldito, el Libro del Innombrable, antes de abandonar los subterráneos y volver a la Puertolibre. Allí Lucius les contó que efectivamente, había sido poseído por una entidad extraplanar, y que Milos le había capturado para interrogarle sobre ello, pues investigaba a aquellas criaturas por algún motivo.
Si bien habían encontrado a Lucian, aún quedaban interrogantes. ¿Cuántos hombres serpiente más estaban infiltrados en la ciudad y por qué? ¿Qué relación tenía con todo ello el Faro de Drac? ¿Qué era el Innombrable? ¿Podría Hank encontrar un portal para volver a casa?



Lo veremos en el próximo episodio…

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