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martes, 11 de junio de 2013

INFERNO DE DAN BROWN

                Hace cosa de un mes o así, por sorpresa, estando con Marco en el Corte Inglés, nos encontramos con que se anunciaba una nueva novela de Dan Brown, Inferno. Como fiel seguidor del escritor norteamericano, tomé nota mental, y el libro llegó a mis manos el día de mi cumpleaños, precisamente como regalo de Marco. Y ya está leído.



                Inferno, cuarto libro de Dan Brown protagonizado por su personaje fetiche, el profesor Robert Langdon, que le condujera a la fama con El Código DaVinci y que ha protagonizado también la genial Ángeles y Demonios  y El Símbolo Perdido; vuelve a ahondar en el género que Brown hizo popular, el del misterio cultural (por llamarlo de alguna manera) que tuvo su punto de partida precisamente en El Código DaVinci y que nos ha traído toda una panoplia de seguidores/imitadores con todo tipo de legados, códigos, misterios de la Iglesia y de todas las religiones, en un estilo en el que sin embargo, el creador no tiene parangón. En la primera de las novelas protagonizadas por Langdon, Brown nos hablaba de los misterios de Roma y la Iglesia, y los Illuminati. En El Código DaVinci nos movíamos en París, Londres y Rosslyn, buscando los significados ocultos tras las pinturas de DaVinci. En El Símbolo Perdido recorríamos Washington y toda su simbología masónica.
                Y ahora, en Inferno, Brown recurre a Florencia y su más célere personaje histórico, el mismísimo Dante. De hecho, el título de la novela es el del primer libro de la más célebre obra del poeta Dante Alighieri, La Divina Comedia: Inferno, Purgatorio y Paradiso. En el Infierno de Dante, el poeta era conducido por la sombra (el fantasma) de Virgilio a las entrañas del infierno, donde se encontraban los pecadores, en una imagen que se ha convertido en icónica del infierno de nueve círculos con Satán en el centro, y las famosas puertas con la frase “Abandonad toda esperanza…”, y la iconografía que Botticelli representó de forma espectacular en su Mappa dell´Inferno, y que ha inspirado todo tipo de novelas, pinturas, composiciones musicales…
                La estructura de Inferno es semejante, por no decir idéntica, a la de las anteriores obras de Brown. Langdon se encuentra de pronto metido en medio de una situación de riesgo (en este caso con la complicación de que aparece en Florencia con una fuerte amnesia), encuentra una atractiva fémina que le acompaña, y empieza a correr para acá y para allá, resolviendo enigmas y acertijos de clave histórica, mientras, en este caso, tratan de salvar el mundo de la amenaza de una pandemia global creada por un loco genetista obsesionado con las teorías maltusianas y el Infierno de Dante. Así, seguimos a Langdon a través de los lugares más representativos de Florencia y otras dos ciudades que no voy a comentar por no hacer spoiler, siguiendo los pasos de Dante, su inspiración para la Divina Comedia y tratando de evitar un desastre que suena sorprendentemente real para una novela de este calibre, y es que el fantasma de la extinción demográfica del ser humano parece demasiado acuciante como para no ser amenazante.
                Obviamente, Inferno no será a nivel técnico el libro del Siglo XXI… pero es condenadamente entretenido, y adictivo como los anteriores, me ha encantado y me lo he pasado en grande leyéndolo, y con la emoción de “un capítulo más” propia de Brown.

                ¡Gran regalo!

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