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lunes, 2 de mayo de 2016

RAVENLOFT: LA NAVE DEL HORROR (II)

Siguiendo todas las señales que les llevaban a embarcarse en el Resistencia, los aventureros subieron al barco en Port d´Elhour, averiguando que el barco, a cuyo frente se encontraba el Capitán Garvyn, se dirigía a Lamordia, transportando azúcar, pólvora, algodón y otras mercancías. Dispuestos a trabajar como marineros del Resistencia, se encontraron a bordo con otra extranjera en Ravenloft, una druida gnomo llamada Raven. La druida había llegado a Ravenloft junto a un grupo de guerreros, todos procedentes del bosque de Myth Drannor, donde durante el asalto de un nigromante, habían sido atrapados por las Nieblas que les llevaron a Souragne. Allí, Raven y los suyos habían intentado destruir al señor del dominio, el Lord Antoi Misroi, pero este les había destruido, siendo Raven la única superviviente, y que había embarcado, aún confusa y asustada en el primer barco que salía de Port d´Elhour.



Bastian y Ronna sufrieron el primer día los tormentos del mareo a bordo, especialmente Bastian, mientras sus compañeros cumplían diferentes funciones a bordo, haciéndose a la dura vida en el barco. Raven se escabulló, aún paranoica por lo que estaba viendo en Ravenloft, para comprobar que no había nada extraño en la carga del barco, pero sí que detectó un regusto a magia que se extendía por todo el barco, aunque cuando se dirigió al capitán para pedirle explicaciones, este se justificó explicándole que para que el barco pudiera surcar las Brumas, les hacía falta cierta magia... quizá un tanto oscura. Esa misma noche, mientras ella dormía y Lady Sombra y Kenzi cumplían labores de vigilancia en cubierta, Ailyn tuvo una extraña visita en el camarote que compartía con la Elfa. Llamaron a la puerta, y al abrirla, se encontró con un hombre confundido, una tal Jacob al que Ailyn no reconocía, y que buscaba su camarote. Ailyn se disponía a ayudarle, pero Jacob se esfumó en el oscuro pasillo. Sospechando de lo ocurrido, Ailyn despertó a sus compañeros, y aunque Kenzi y Balduin se mostraron un tanto reticentes, los demás exploraron el barco, sin encontrar nada extraño. 

El día siguiente llegó con una amenazante tormenta, aunque Raven consiguió deshacerla antes de que explotara sobre el Resistencia, continuando con su viaje hacia las Brumas. Al anochecer, mientras se dirigía a ayudar en las cocinas, la druida se encontró con una niña que parecía totalmente fuera de lugar en el barco. Se presentó como Charlotte, y buscaba ayuda para encontrar a su muñeca, Clara. Raven acompañó a Charlotte hasta su camarote, situado en las bodegas del barco. La niña le contó a la gnomo que sus padres la habían embarcado en el Resistencia, y que prefería permanecer en su camarote, pues los marineros le daban miedo. Raven encontró la muñeca de Charlotte, y se marchó de la habitación, aterida de frío. Al volver junto a sus compañeros, el camarote de Charlotte simplemente no existía. De nuevo, y a pesar de la reticencia de Ailyn, tuvieron un encontronazo con el capitán Garvyn, que se negó a reconocer si sabía algo sobre esas presencias en su barco, sobre Jacob y Charlotte, aunque Lady Sombra, que se deslizó por el exterior del barco para vigilar al capitán, le notó notablemente afectado cuando se marcharon del camarote.

Pasaron esa noche vigilantes, pero sin incidencias, y al amanecer, se dieron cuenta de que las Brumas habían llegado, y con ellas, un barco que comenzaba a amenazar el Resistencia, el Tortura Eterna, cargado de muertos vivientes que se disponían a asaltar el Resistencia...

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