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domingo, 14 de enero de 2018

CALAVERAS Y GRILLETES: EL PRECIO DE LA INFAMIA (VIII)

Después de derrotar a Luccaria y sus seguidores en las camaretas de la fortaleza de Gannett, los aventureros continuaron explorando el fuerte, en busca de sus aliados o de sus pertenencias. Sin embargo, lo que encontraron fue a una criatura demoníaca a la que consiguieron eliminar y que custodiaba la entrada a la sala del tesoro de Harrigan. Pero el acceso también estaba protegido por una trampa que atrapó a Shen dos veces antes de que consiguiera bloquearla, y aunque dedicó algún tiempo a tratar de abrir la cerradura, le fue imposible. Finalmente, Yana utilizó su magia para aparecer al otro lado de la puerta, encontrando varios cofres vacíos, ya que Harrigan había utilizado la mayor parte de su tesoro para financiar su flota. Antes de comunicar a sus compañeros lo que había encontrado, Yana se guardó joyas por valor de mil piezas de oro antes de abrir la puerta desde dentro. 

Después, llegó el momento de decidir por donde continuar y tras examinar someramente un pasillo que parecía recorrer el tramo superior de las murallas, se plantearon de nuevo diversas opciones. Vanderlay y Echidna pensaban que debían volver abajo, pero finalmente Shen convenció al grupo de que debían buscar directamente a Harrigan, así que ascendieron las escaleras, apareciendo en la cámara de guardia y cayendo directamente en una emboscada organizada por tres Erinias, identificando Yana y Vanderlay a las criaturas como demonios posiblemente al servicio de Cheliax. Shen sufrió heridas graves, y Yana y Echidna huyeron víctimas del miedo provocado por las criaturas, pero finalmente Shen, Pirkles y Vanderlay consiguieron acabar con las Erinias. Libres del hechizo, Yana y Echidna volvieron, y utilizaron las varitas que habían obtenido en su camino para paliar los daños sufridos... 



Justo a tiempo, porque tras la siguiente puerta, el propio Harrigan se había hecho fuerte con sus seguidores más cercanos: una nueva Erinia, la lugarteniente Adelita Doloroso, tres miembros de la tripulación del Amargura (Riaris Krine, Parche de Sal y Arenque) y el propio Harrigan les esperaban allí, lanzándose a la confrontación final entre ellos. Los aventureros se dispersaron por la sala, tratando de abrir el camino de Shen hacia Harrigan, aunque se encontraron con varios problemas, pues aunque entre Pirkles y Shen consiguieron acabar con Adelita Doloroso, Harrigan y la Erinia pusieron en aprietos serios a Yana, que rozó la muerte, y  Parche de Sal y Riaris alternaban sus ataques entre Echidna y Pirkles. Finalmente, y con Echidna de nuevo sumido en el miedo creado por la Erinia, con la ayuda de Vanderlay Shen consiguió acabar con Harrigan, haciendo que los tripulantes del Amargura se rindieran y que la Erinia desapareciera, quizá para llevar noticias a sus dueños chelios. Con Harrigan muerto, los aventureros consiguieron hacerse con el control de Fuerte Gannett, recuperando su equipo (que se encontraba en los aposentos de Luccaria, en la primera planta), y a aquellos se sus compañeros que habían sobrevivido a los cuidados de Harrigan (Tam Tate, Tripas de Pez y Rosie; entre las bajas se encontraban Merrill Palo Respetable, Sandara Quinn y Pierce Jerrell). Mientras Vanderlay liberaba a los prisioneros (encontrando también a Grok, la vieja intendente del Amargura), Echidna y Yana recuperaron los cuerpos de sus aliados, y Shen y Pirkles exploraron el resto de la fortaleza, encontrando en las estancias de Luccaria una extraña fuente que les puso en comunicación con la Almirante Druvalia Thrune. Realmente, Harrigan se encontraba al servicio de Cheliax y una flota chelia se dirigía hacia los Grilletes a través del Ojo de Abendego...

Al parecer la Casa Thrune se había decidido a poner a los Grilletes de rodillas... y los aventureros apenas contaban con tiempo o medios para evitarlo... 

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